martes, 31 de enero de 2012

Malas palabras

Los humanos le damos valor a todas las cosas, incluidas las palabras. Por eso en todos los idiomas existen voces llamadas malas palabras (ajos, groserías, palabrotas) que a más de uno horrorizan cuando las oyen en público, pero seguramente usan con mucha frecuencia en su entorno privado. Ese calificativo de “malas palabras” que le asignamos me parece injusto, sobre todo porque en ciertas ocasiones las decimos con más gusto que las “buenas” palabras y además porque “malas” la verdad, no son.

viernes, 27 de enero de 2012

La lengua y el habla

Los seres humanos hablamos desde hace miles de años, pero la escritura y la lectura son relativamente nuevas. Hasta hace poco tiempo leer y escribir era privilegio de algunos. El resto de los simples mortales “no conocían la ‘o’ por lo redonda”, pero es prácticamente imposible encontrar un grupo humano que no tenga una forma de comunicación verbal, por muy básica que sea.

miércoles, 18 de enero de 2012

Respiración costo baja diafragmática (y II)

Teníamos pendiente el segundo ejercicio de respiración. Recuerde siempre leer bien las instrucciones y recomendaciones. Suspenda de inmediato este y cualquier ejercicio que le cause molestias moderadas a severas.

miércoles, 11 de enero de 2012

Respiración costo baja diafragmática (I)

La correcta respiración es esencial para el orador. Antes de hacer cualquier práctica relacionada con este tema, considere que cada persona tiene características fisonómicas y fisiológicas propias. Los ejercicios de respiración deben hacerse considerando esas características, además del estado de salud, capacidad torácica, estatura, peso e historia clínica de la persona que va a realizarlos. Por ninguna razón ejecute prácticas que le causen fatiga, dolor intenso o cualquier molestia moderada o severa, salvo algunas muy leves que se generan por el entrenamiento y que señalaremos en los ejercicios respectivos. En todo caso respirar para lograr una perfecta emisión de aire en la producción de la voz es un acto natural que no debería causar ningún tipo de problema en personas sanas.

lunes, 9 de enero de 2012

Vicios de dicción

Los Vicios de Dicción son defectos en el uso del idioma que pueden observarse al hablar (pronunciación) y al escribir (morfología). Muchas veces los cometemos de manera inconsciente aun cuando conocemos la forma correcta de decir o escribir la frase o la palabra objeto del error. Si esto ocurre durante una disertación no modifique la actitud de seguridad que ha venido mostrando en su intervención, no se “descomponga” ni pida perdón o disculpas, simplemente diga a continuación el vocablo correcto y continúe como si nada hubiera pasado. Si lo desea puede agregar previamente “quise decir”; “mejor dicho” etcétera. Lo verdaderamente importante es que su auditorio le vea continuar sin darle mayor importancia al hecho de que se equivocó. Veamos algunos vicios de dicción.

jueves, 5 de enero de 2012

Figuras literarias (y II)

En nuestro artículo anterior hablamos de las Figuras Literarias, describimos las Figuras de Dicción y prometimos describir las Figuras de Significación y las Figuras del Pensamiento.

2) Tropos o Figuras de Significación

El tropo es un giro que se le da a las palabras o frases, para trasladar su sentido literal a un sentido figurado, pero manteniendo una relación entre ambos sentidos.

Sinécdoque:
Se mantiene una relación de magnitud entre el sentido figurado y su original sentido literal: El japonés es muy disciplinado, por los japoneses son muy disciplinados.

Metonimia:
La relación entre el sentido figurado y el literal es de dependencia: tiene mucho cerebro, por significar que una persona es muy inteligente, lo cual depende de un cerebro bien desarrollado.

Símil o comparación:
“Nos permite comprender mejor una noción abstracta o un objeto poco conocido, para pintar con fuerza una situación o, simplemente para poner de relieve una idea o darle cierta gracia.” (Martín Vivaldi, Gonzalo. “Curso de Redacción” Paraninfo. 12° Edición. Madrid. 1.973 P. 218)

Esa mujer corre como una gacela.

Metáfora:
Es el tropo que expresa una traslación real del sentido literal al figurado. Es el tropo por excelencia. En la metáfora no establecemos la comparación como sí lo hacemos en el símil:

Esa mujer es una gacela.

3)    Figuras del Pensamiento

Son modificaciones esenciales del fondo, conforme a la facultad del alma que predomine en la expresión del pensamiento.

Sinestesia:
Kayser, citado por Gonzalo Martín Vivaldi (Ob. Cit. P. 233) la define como la “fusión de diversas impresiones sensoriales en la expresión lingüística” y expone como ejemplo unos versos de Brentano:

              A través de la noche que me envuelve,
              la luz de los sonidos me contempla.

Luego añade Martín Vivaldi: “Este ejemplo muestra una mezcla de tacto (me envuelve), de audición (sonidos) y de visión (contempla, luz) pero la verdadera sinestesia está en luz de los sonidos”

Paradoja:
Permite expresar ideas contrarias en un pensamiento: Acompañado de soledad; la dulce amargura. Óscar Wilde es conocido por el buen uso de esta figura. No debe abusarse de la paradoja ya que mal empleada resulta empalagosa y desagradable.

Antítesis:
Es una asociación por contraste que destaca las ideas: amor/odio; luz/oscuridad; alegría/tristeza: Yo solo y tú acompañada; Tu dulzura es mi amargura.

Ironía:
Permite expresar lo contrario de lo que pensamos, aunque dando a entender lo que en realidad queremos manifestar, con el giro de la frase. Constituye una burla fina que disimula con humor lo que realmente queremos expresar: ¡Sí, Claro! Él quiere ser alcalde sólo para servir al pueblo y nada más. Los gestos y la entonación del orador refuerzan la expresión de la ironía. El riesgo que se corre al emplearla es que sea tan sutil que el lector o el oyente interpreten al pie de la letra lo que  pretende decirse  irónicamente.

Hipérbole:
Es la exageración del símil. Bien manejada es elemental para un estilo jocoso y mal empleada acaba por despertar la suspicacia del lector o del oyente, quienes pueden llegar a dudar de que tanta grandilocuencia sea verdad. Los publicistas utilizan esta figura hasta el cansancio. Los prefijos híper y súper con los que permanentemente mencionan marcas y establecimientos comerciales son un reflejo de ello.

Pleonasmo:
Es el uso de palabras innecesarias para darle fuerza a una idea. Es una forma de exageración pero sin la grandilocuencia de la hipérbole: Lo escuché con mis propios oídos. El pleonasmo se convierte en un vicio de dicción cuando se le usa inadecuadamente.

Descripción:
Es la presentación de objetos en su conjunto, con animación y vida, dando la impresión de que estamos viéndolos. Bien hecha destaca las propiedades y características de un objeto pero sin rigor técnico o científico, salvo que este sea su objetivo.” (Gayol Fernández, Manuel. “Teoría Literaria” Cultural, S.A. 4° Edición. La Habana, 1.956, P. 139)

Enumeración:
Esta figura se refiere a la mención del contenido de algo. La enumeración simple sólo hace alusión a las partes y la compuesta además ofrece características de cada una de ellas.

Apóstrofe:
Consiste en la interrupción del discurso para dirigirse directamente a personas o cosas personificadas o incluso a nosotros mismos. No confundir esta figura con apóstrofo ( ' ) que es el signo utilizado para señalar la supresión de una vocal final ante la vocal inicial de la siguiente palabra.

Reticencia:
Esta figura también interrumpe el discurso pero en este caso es para invitar a la deducción de lo que se calla, que puede ser algo que fácilmente puede adivinarse (reticencia patética) o algo que pueda deducirse (reticencia intencional) con lo cual se logra aumentar la fuerza expresiva. Mal empleada esta figura pasa a ser un vicio de dicción denominado anacoluto.

Interrogación:
Es una figura muy frecuente en la oratoria y en la poesía y consiste en la formulación de preguntas, no para obtener respuesta, sino para destacar con mayor énfasis el pensamiento e imprimirle colorido. Veamos el siguiente ejemplo tomado del Discurso de Angostura, pronunciado por El Libertador Simón Bolívar el 15 de febrero de 1.819

“… Entumidos sus miembros por las cadenas, debilitada su vista en las sombras de las mazmorras y, aniquilados por las pestilencias serviles, ¿Serán capaces de marchar con paso firme hacia el augusto templo de la libertad? ¿Serán capaces de admirar de cerca sus espléndidos rayos y respirar sin opresión el éter puro que allí reina?
              Meditad bien vuestra elección, legisladores. (…)”

Óscar Manuel Romero.

miércoles, 4 de enero de 2012

Figuras literarias (I)

Conocer las Figuras Literarias no implica el uso obligatorio de todas ellas o de alguna en especial. Son recursos valiosos que debemos manejar con soltura para saber cuándo y cómo emplearlos con moderación para enriquecer nuestro discurso.

Algunas figuras literarias son más usadas en prosa que en poesía y viceversa. Gayol las define como “…ciertos giros especiales que expresan el pensamiento con enérgico colorido, comunicando al estilo vitalidad y belleza (…) estos giros elegantes de la elocución, discretamente usados, constituyen un valioso factor estético en el arte literario.” y agrega: “Toda figura literaria entraña una modificación del pensamiento o del lenguaje.” (Gayol Fernández, Manuel. “Teoría Literaria” Cultural, S.A. 4° Edición. La Habana, 1956, P. 89). Por su parte Vivaldi expresa que “En los tratados de Preceptiva Literaria se habla de tres clases de figuras retóricas o literarias: de dicción, referentes al lenguaje; los tropos, que afectan a la idea y al lenguaje, y de pensamiento, que afectan a la idea.” (Martín Vivaldi, Gonzalo. “Curso de Redacción” Paraninfo. 12° Edición. Madrid. 1973 P. 233) Describimos a continuación las más conocidas, unas más usadas que otras.

1)   Elegancias o Figuras de Dicción

Disyunción o asíndeton:
Permite transmitir un estilo ligero y darle dinamismo a las ideas mediante la supresión de las conjunciones en la cláusula o frase:

México tiene un pueblo alegre, honesto, solidario, trabajador.

Conjunción o polisíndeton:
En contraposición a la anterior, esta figura consiste en repetir conjunciones para dar solemnidad a la idea y énfasis a elementos que forman parte de ella: 

México tiene un pueblo alegre, y honesto, y solidario y trabajador.

Epítetos:
“Es la palabra o reunión de palabras que caracteriza al sustantivo, en cuanto destaca su cualidad habitual o sobresaliente. Su función resulta distinta a la del simple adjetivo. El epíteto se refiere a cualidades inherentes a la persona o a la cosa de que tratamos. Cualidades que si dejamos de expresar pueden sobrentenderse, sin alterar el sentido de la expresión pero sí disminuyendo sensiblemente su gracia, energía y belleza. Por ejemplo: la mansa oveja, el brillante sol, el caudaloso Amazonas…”  (Definición y ejemplos de Gayol, Ob. Cit. Pp. 94 y 95)

Repetición o anáfora:
Es la repetición de una palabra al inicio de cláusulas consecutivas. Veamos un ejemplo del cuento Dioses de breve estancia, de Héctor Torres. (“El regalo de Pandora”. Ficción Breve Libros. Caracas, 2011)

Esa noche de espuma se deslizó por caminos silvestres, esa noche divina soñó con coreografías de manos sobre nieve, esa noche durmió relajada. Esa noche, luego de tanto esperar, se asomó al fin, tímidamente, desde adentro, aquella cosa dulce.”

Conversión:
Al contrario de la anáfora, la conversión es la reiteración de una palabra al final de varias frases contiguas:

              Ojos de gacela de la Mimosita,
              rizos de azabache de la Mimosita,
              manos nacaradas de la Mimosita,
                     ¿En dónde ahora están?
                     Los alegres cantos, voces de la aurora,
                     los dulces arrullos con que a veces lloran
             ¿Qué oídos ahora los escucharán?
                                Julio Vicuña Cifuentes.

Complexión:
Es la combinación de la anáfora y la conversión. Se repite una palabra al inicio y otra al final de cláusulas consecutivas.

Vale la pena estudiar en España. Vale la pena trabajar en España. Vale la pena vivir en España.

Reduplicación:
Es la reiteración de una o más palabras en una misma frase: 
            
              Cabalgar, de día, de noche, de día.
  Cabalgar, cabalgar.
          Rainer María Rilke.

Conduplicación:
Consiste en repetir al principio de la cláusula la última palabra de la cláusula anterior:
              
              Ámame compañera. No me abandones. Sígueme.
              Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
            Pablo Neruda.

Concatenación:
Es la repetición de palabras en una serie de sentencias, de manera encadenada. Gayol advierte que mal utilizada, esta figura puede ir en detrimento de la naturalidad expresiva. Veamos un ejemplo del uso magistral que le da Tagore:


              Soñaba y veía que la vida era gozar;
              Desperté y comprendí que la vida era servir.
              Serví y descubrí que servir era gozar.
         Rabindranath Tagore

Retruécano:
Es la repetición de una frase con la inversión de algunos vocablos que le dan un giro inesperado al significado de una idea. Bien empleado, este recurso puede resultar ingenioso, como lo hizo John F. Kennedy en el Capitolio Federal de Estados Unidos de América el 20 de enero de 1.961 al pronunciar el discurso con motivo de la toma de posesión del cargo de Presidente de ese país.

“… Así, pues, compatriotas míos norteamericanos, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes, pregunten: qué pueden hacer ustedes por su país.”

Sinonimia:
Es el empleo de sinónimos en una cláusula para dar énfasis a una idea:

Lo más importante de Argentina es su gente, su pueblo, sus habitantes.

En nuestra próxima entrega veremos los tropos y las figuras del pensamiento.


Óscar Manuel Romero.