Hipérbaton.
(…)
“consiste en alterar el orden lógico de la oración. Se distinguen cuatro tipos
de hipérbatos: la tmesis, que
consiste en intercalar una palabra entre dos elementos de otra compuesta; el paréntesis, que consiste en introducir
en una frase una interjección u oración con entonación distinta; la anástrofe, que consiste en posponer la
preposición al sustantivo cuyo caso rige, y la histerología, que consiste en alterar el orden de las palabras y
decir primero lo que debería ir después.” (Wikipedia)
En
retórica, en general, no interesa el uso de la tmesis. Eventualmente podemos
usar el paréntesis. Mayor uso pueden tener la anástrofe y la histerología para destacar
alguna idea o por el empleo de frases de uso común y que en su orden lógico
resultarían extrañas, como: “si mal no recuerdo”, (“si no recuerdo mal”, que usamos
poco), o refranes como “a Dios rogando y con el mazo dando” (rogando a Dios y
dando con el mazo).
Paráfrasis
Parafrasear
es explicar o exponer con nuestras palabras un concepto, enunciado o idea que
hemos leído o escuchado. Es un recurso muy útil para la redacción de textos,
para explicar un contenido, para sustituir vocablos por sinónimos o frases,
etcétera. Un ejemplo claro de paráfrasis este párrafo, que hemos leído en
Wikipedia y hemos parafraseado. Como ejercicio, lea el artículo original y compárelo con lo que acaba de leer.
Digresión
Es
una figura muy útil porque permite hacer un descanso, cambiar el ritmo del
discurso. Consiste apartarse del tema a partir de una idea, desviándonos por un
asunto conexo o no. Su principal característica es que rompe con la continuidad
del mensaje y refresca el ambiente. Emplearla sin intención ni planificación es
contraproducente y producirá un efectos negativos en el auditorio: cansancio,
pérdida de interés, confusión y peor aun, si el orador improvisa con esta
figura, puede perder el hilo del mensaje que expone. Jamás se extienda
demasiado ni la use con regularidad en un mismo discurso.
Epifonema
Es
una expresión breve, generalmente exclamativa, que cierra un artículo o un
discurso y que refleja una conclusión del autor. Ejemplos: ¡digo yo!; ¡se cansa
uno!; ¡las cosas que uno tiene que ver!, etcétera. Algunos columnistas adoptan
un epifonema como una especie de firma en todos sus artículos.
Óscar Manuel Romero.
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