Adjetivo, sustantivo y verbo

Por alguna razón que explicarán mejor los sociólogos, los psicólogos o los lingüistas, tenemos una marcada tendencia a expresar las ideas con el menor número de palabras posibles.

Es por ello que a muchos sustantivos solemos darles el carácter de verbo, como sucede con accesar, que resulta menos extenso que decir "tener acceso a..." (en este caso además contamos con el verbo "acceder" que casi nadie usa) o que le asignemos a un adjetivo la función de un sustantivo, como sucede con "ilicitud" que mucha gente parece no conocer. Preferimos decir, por ejemplo: "ellos cometieron muchos ilícitos durante su gestión". ¿Muchos "qué" ilícitos? Lo correcto sería: "ellos cometieron muchas ilicitudes durante su gestión"

¿Que quién ganó el mundial? Pues, ¡España! Un momento... ¿El "qué" mundial? A ver... será... ¿un festival? ¿un concurso? ¿un premio? y, ¿de qué? ¿de pintura? ¿de música? Ah no, no, ya sé: ¡de teatro! ¿no? y ¿entonces?... ¿el mundial de qué?

Resulta que si usted dice que España ganó "el mundial" quienes le escuchen le verán con cara de extrañeza, pero no porque les parezca raro que usted haya dicho una oración usando un adjetivo sin su respectivo sustantivo previo, sino porque todos "saben eso" es decir, todos dan por cierto que "el mundial" al cual usted se refiere, no puede ser otro que el "Campeonato Mundial de Fútbol" y, sí, lo ganó España, ¡pero eso fue en 2010!

P.D. Cuando usted solicita una página web a un navedador muy popular, aparece un recuadro en el cual se lee: "redireccionando" ¡Hasta allí hemos llegado!

Orador.