jueves, 5 de enero de 2012

Figuras literarias (y II)

En nuestro artículo anterior hablamos de las Figuras Literarias, describimos las Figuras de Dicción y prometimos describir las Figuras de Significación y las Figuras del Pensamiento.

2) Tropos o Figuras de Significación

El tropo es un giro que se le da a las palabras o frases, para trasladar su sentido literal a un sentido figurado, pero manteniendo una relación entre ambos sentidos.

Sinécdoque:
Se mantiene una relación de magnitud entre el sentido figurado y su original sentido literal: El japonés es muy disciplinado, por los japoneses son muy disciplinados.

Metonimia:
La relación entre el sentido figurado y el literal es de dependencia: tiene mucho cerebro, por significar que una persona es muy inteligente, lo cual depende de un cerebro bien desarrollado.

Símil o comparación:
“Nos permite comprender mejor una noción abstracta o un objeto poco conocido, para pintar con fuerza una situación o, simplemente para poner de relieve una idea o darle cierta gracia.” (Martín Vivaldi, Gonzalo. “Curso de Redacción” Paraninfo. 12° Edición. Madrid. 1.973 P. 218)

Esa mujer corre como una gacela.

Metáfora:
Es el tropo que expresa una traslación real del sentido literal al figurado. Es el tropo por excelencia. En la metáfora no establecemos la comparación como sí lo hacemos en el símil:

Esa mujer es una gacela.

3)    Figuras del Pensamiento

Son modificaciones esenciales del fondo, conforme a la facultad del alma que predomine en la expresión del pensamiento.

Sinestesia:
Kayser, citado por Gonzalo Martín Vivaldi (Ob. Cit. P. 233) la define como la “fusión de diversas impresiones sensoriales en la expresión lingüística” y expone como ejemplo unos versos de Brentano:

              A través de la noche que me envuelve,
              la luz de los sonidos me contempla.

Luego añade Martín Vivaldi: “Este ejemplo muestra una mezcla de tacto (me envuelve), de audición (sonidos) y de visión (contempla, luz) pero la verdadera sinestesia está en luz de los sonidos”

Paradoja:
Permite expresar ideas contrarias en un pensamiento: Acompañado de soledad; la dulce amargura. Óscar Wilde es conocido por el buen uso de esta figura. No debe abusarse de la paradoja ya que mal empleada resulta empalagosa y desagradable.

Antítesis:
Es una asociación por contraste que destaca las ideas: amor/odio; luz/oscuridad; alegría/tristeza: Yo solo y tú acompañada; Tu dulzura es mi amargura.

Ironía:
Permite expresar lo contrario de lo que pensamos, aunque dando a entender lo que en realidad queremos manifestar, con el giro de la frase. Constituye una burla fina que disimula con humor lo que realmente queremos expresar: ¡Sí, Claro! Él quiere ser alcalde sólo para servir al pueblo y nada más. Los gestos y la entonación del orador refuerzan la expresión de la ironía. El riesgo que se corre al emplearla es que sea tan sutil que el lector o el oyente interpreten al pie de la letra lo que  pretende decirse  irónicamente.

Hipérbole:
Es la exageración del símil. Bien manejada es elemental para un estilo jocoso y mal empleada acaba por despertar la suspicacia del lector o del oyente, quienes pueden llegar a dudar de que tanta grandilocuencia sea verdad. Los publicistas utilizan esta figura hasta el cansancio. Los prefijos híper y súper con los que permanentemente mencionan marcas y establecimientos comerciales son un reflejo de ello.

Pleonasmo:
Es el uso de palabras innecesarias para darle fuerza a una idea. Es una forma de exageración pero sin la grandilocuencia de la hipérbole: Lo escuché con mis propios oídos. El pleonasmo se convierte en un vicio de dicción cuando se le usa inadecuadamente.

Descripción:
Es la presentación de objetos en su conjunto, con animación y vida, dando la impresión de que estamos viéndolos. Bien hecha destaca las propiedades y características de un objeto pero sin rigor técnico o científico, salvo que este sea su objetivo.” (Gayol Fernández, Manuel. “Teoría Literaria” Cultural, S.A. 4° Edición. La Habana, 1.956, P. 139)

Enumeración:
Esta figura se refiere a la mención del contenido de algo. La enumeración simple sólo hace alusión a las partes y la compuesta además ofrece características de cada una de ellas.

Apóstrofe:
Consiste en la interrupción del discurso para dirigirse directamente a personas o cosas personificadas o incluso a nosotros mismos. No confundir esta figura con apóstrofo ( ' ) que es el signo utilizado para señalar la supresión de una vocal final ante la vocal inicial de la siguiente palabra.

Reticencia:
Esta figura también interrumpe el discurso pero en este caso es para invitar a la deducción de lo que se calla, que puede ser algo que fácilmente puede adivinarse (reticencia patética) o algo que pueda deducirse (reticencia intencional) con lo cual se logra aumentar la fuerza expresiva. Mal empleada esta figura pasa a ser un vicio de dicción denominado anacoluto.

Interrogación:
Es una figura muy frecuente en la oratoria y en la poesía y consiste en la formulación de preguntas, no para obtener respuesta, sino para destacar con mayor énfasis el pensamiento e imprimirle colorido. Veamos el siguiente ejemplo tomado del Discurso de Angostura, pronunciado por El Libertador Simón Bolívar el 15 de febrero de 1.819

“… Entumidos sus miembros por las cadenas, debilitada su vista en las sombras de las mazmorras y, aniquilados por las pestilencias serviles, ¿Serán capaces de marchar con paso firme hacia el augusto templo de la libertad? ¿Serán capaces de admirar de cerca sus espléndidos rayos y respirar sin opresión el éter puro que allí reina?
              Meditad bien vuestra elección, legisladores. (…)”

Óscar Manuel Romero.

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