miércoles, 13 de junio de 2012

Figuras retóricas (I)

Existen más de 300 figuras retóricas, algunas con nombres casi impronunciables. Pretender conocerlas todas es una tarea innecesaria e impráctica porque muchas están en desuso y la mayoría de ellas son pequeñas variaciones de otras, lo que reduce su número real a cerca de treinta. Lo que podemos afirmar es que su empleo es imprescindible para imprimir a nuestro mensaje ciertos matices y efectos que le den elegancia, fuerza, vitalidad, dinamismo. Por eso debemos tenerlas presente y tener criterios sólidos en el momento de redactar nuestro mensaje para enriquecerlo, para hacerlo atractivo, para darle un aire conmovedor a la vista de nuestra audiencia.

Algunas figuras literarias son más usadas en prosa que en poesía y viceversa. Gayol las define como (…) "ciertos giros especiales que expresan el pensamiento con enérgico colorido, comunicando al estilo vitalidad y belleza" (…) estos giros elegantes de la elocución, discretamente usados, constituyen un valioso factor estético en el arte literario.” y agrega: “Toda figura literaria entraña una modificación del pensamiento o del lenguaje.” (Gayol Fernández, Manuel. “Teoría Literaria” Cultural, S.A. 4° Edición. La Habana, 1956, P. 89). Por su parte Vivaldi expresa que “En los tratados de Preceptiva Literaria se habla de tres clases de figuras retóricas o literarias: de dicción, referentes al lenguaje; los tropos, que afectan a la idea y al lenguaje, y de pensamiento, que afectan a la idea.” (Martín Vivaldi, Gonzalo. “Curso de Redacción” Paraninfo. 12° Edición. Madrid. 1973 P. 233) Algunos autores —incluido Gayol— dividen las figuras retóricas en solo dos grupos: figuras de dicción y figuras de pensamiento, y ubican los tropos como figuras de otro tipo pero repartidas en ambos grupos. Otros clasifican estos recursos en fonéticos, semánticos y sintácticos. Como podemos ver, hay diversos criterios para la clasificación de las figuras retóricas, lo que no representa un problema para el estudio de cada una.

Tomemos en cuenta que estas alteraciones serán una figura retórica o un vicio de dicción según el uso que le demos. En algunos casos con nombres diferentes, como ocurre con la reticencia (figura de dicción) que puede transformarse en anacoluto (vicio); otras en cambio conservan el nombre, como la prótesis (adición de una letra al inicio de una palabra) que es un vicio, como 'asegún' por 'según', pero es un recurso valioso para castellanizar extranjerismos, como ‘estándar’ por standard.

Nosotros nos limitaremos a definir las más importantes (entre 30 y 35 figuras) e indicaremos aquellas que sean similares, siempre que las diferencias entre unas y otras no sean sustanciales, en cuyo caso definiremos cada una separadamente. Además agregaremos ejemplos y propondremos ejercicios que nos ayudarán a recordarlas. También indicaremos si se trata de un tropo cuando sea el caso.

Disyunción o asíndeton.

Esta figura permite transmitir un estilo ligero y darle dinamismo a las ideas mediante la supresión de las conjunciones en la cláusula o frase:
México tiene un pueblo alegre, honesto, solidario, trabajador.

Conjunción o polisíndeton.

En contraposición a la anterior, esta figura consiste en repetir conjunciones para dar solemnidad a la idea y énfasis a elementos que forman parte de ella: 
México tiene un pueblo alegre y honesto y solidario y trabajador.

Ejercicios.

1) Lea el siguiente párrafo e indique si está presente alguna de las figuras definidas anteriormente y cuál de ellas.

"Lo mejor para la tristeza —contestó Merlin, empezando a soplar y resoplar— es aprender algo. Es lo único que no falla nunca. Puedes envejecer y sentir toda tu anatomía temblorosa; puedes permanecer durante horas por la noche escuchando el desorden de tus venas; puedes echar de menos a tu único amor; puedes ver al mundo a tu alrededor devastado por locos perversos; o saber que tu honor es pisoteado por las cloacas de inteligencias inferiores. Entonces sólo hay una cosa posible: aprender. Aprender por qué se mueve el mundo y lo que hace que se mueva. Es lo único que la inteligencia no puede agotar, ni alienar, que nunca la torturará, que nunca le inspirará miedo ni desconfianza y que nunca soñará con lamentar, de la que nunca se arrepentirá. Aprender es lo que te conviene. Mira la cantidad de cosas que puedes aprender: la ciencia pura, la única pureza que existe. Entonces puedes aprender astronomía en el espacio de una vida, historia natural en tres, literatura en seis. Y entonces después de haber agotado un millón de vidas en biología y medicina y teología y geografía e historia y economía, pues, entonces puedes empezar a hacer una rueda de carreta con la madera apropiada, o pasar cincuenta años aprendiendo a empezar a vencer a tu contrincante en esgrima. Y después de eso, puedes empezar de nuevo con las matemáticas hasta que sea tiempo de aprender a arar la tierra." (Tomado de “Tus Zonas Erróneas”, de Wyne W. Dyer).

2) Lea el primer párrafo de este artículo e indique si está presente alguna de las figuras vistas hoy y cuál de ellas, si es el caso.

Óscar Manuel Romero.

2 comentarios:

  1. En el ejercicio 1 se nota la presencia de polisíndeton a partir de... "Y entonces después de haber agotado un millón de vidas... y economía"

    En el ejercicio 2 se nota la presencia de a asíndeton a partir de.. "elegancia, fuerza, vitalidad, dinamismo"

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  2. Es un ejercicio práctico, y concreto, y muy útil, que lo voy a poner a consideración de mis muchachos.

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