jueves, 14 de junio de 2012

Figuras retóricas (II)

Epíteto

“Es la palabra o reunión de palabras que caracteriza al sustantivo, en cuanto destaca su cualidad habitual o sobresaliente. Su función resulta distinta a la del simple adjetivo. El epíteto se refiere a cualidades inherentes a la persona o a la cosa de que tratamos. (Sic). Cualidades que si dejamos de expresar pueden sobrentenderse, sin alterar el sentido de la expresión pero sí disminuyendo sensiblemente su gracia, energía y belleza. Por ejemplo: la mansa oveja, el brillante sol, el caudaloso Amazonas,”… (Definición y ejemplos de Manuel Gayol, "Teoría Literaria, 4° edición. Pp. 94 y 95)

Repetición o anáfora

Es el uso de una palabra al inicio de cláusulas consecutivas. Veamos un ejemplo en el cuento Dioses de breve estancia, de Héctor Torres. (“El Regalo de Pandora” Ficción Breve Libros, 2011 P. 87)
 
Esa noche de espuma se deslizó por caminos silvestres, esa noche divina soñó con coreografías de manos sobre nieve, esa noche durmió relajada. Esa noche, luego de tanto esperar, se asomó al fin, tímidamente, desde adentro, aquella cosa dulce.”


Conversión o epífora o epístrofe.

Al contrario de la anáfora, la conversión es la reiteración de una palabra al final de varias frases contiguas.

Ojos de gacela de la Mimosita,
rizos de azabache de la Mimosita,
manos nacaradas de la Mimosita,
           ¿En dónde ahora están?
      Los alegres cantos, voces de la aurora,
      los dulces arrullos con que a veces llora,
¿Qué oídos ahora
los escucharán?
                  Julio Vicuña Cifuentes.


Complexión

Es la combinación de la anáfora y la conversión. Se repite una palabra al inicio y otra al final de cláusulas consecutivas.

Vale la pena vivir en nuestro país. Vale la pena luchar por nuestra patria. Vale la pena amar a Venezuela.


Reduplicación o geminación

Es la reiteración de una o más palabras en una misma frase.

Cabalgar, de día, de noche, de día.
Cabalgar, cabalgar.
Rainer María Rilke.


Conduplicación o anadiplosis

Consiste en repetir al principio de la cláusula la última palabra de la cláusula anterior.

Ámame compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pablo Neruda.


Epanadiplosis

Llamamos así la repetición de la primera o primeras palabras de una cláusula, al final de la misma:

                        Verde que te quiero verde.
                                   Federico García Lorca


Ejercicios:

Envíe ejemplos de cada figura vista en el tema de hoy a nuestra cuenta de Twitter (@manualoratoria). Pueden ser fragmentos de poemas, discursos, ensayos, etc. o frases creadas por usted. Recuerde mencionar el nombre de la figua en cada respuesta que envíe.

Óscar Manuel Romero.

1 comentario:

  1. es un tema bastante interesante y nuevo para mi que estoy explorando, el texto es muy explicito y facil de entender.

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